Horizontes. Revista
de Investigación en Ciencias de la Educación
https://revistahorizontes.org
Volumen 7 / N° 31 / octubre-diciembre 2023
ISSN: 2616-7964
ISSN-L: 2616-7964
pp. 2583 – 2596
Desarrollo de la competencia comunicativa en
educación superior
Development of communicative competence in higher education
Desenvolvimento da competência comunicativa no
ensino superior
Pablo Vila Huaman
pvilahu@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0003-2473-4909
Jhon William Velasco Loayza
jvelascoloayza@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-5407-6965
Percy Vila Huaman
pevilah@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-8439-2918
Universidad César Vallejo. Lima, Perú
Artículo recibido 7 noviembre 2022 | Aceptado 29 de noviembre 2022 |
Publicado 16 de octubre 2023
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https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v7i31.686
RESUMEN
En
la actualidad, es necesario contar con todas las competencias, por la razón que
se vive en un escenario complejo, impulsado por la tecnología y la
globalización; esto implica que para afrontar los retos que vienen, los
estudiantes aparte de tener fuertes competencias técnicas, también deben tener
dominio adecuado de las competencias comunicativas (CC), que vienen a ser como
la base de otras habilidades. Por ello, el objetivo de estudio fue identificar
el desarrollo de la CC en la educación superior; bajo una revisión
bibliográfica que inició con la búsqueda de artículos, tesis doctorales y
libros en las siguientes bases de datos: Scielo, Redalyc, Dialnet, Scopus, WoS, EBSCO, ProQuest y Gale; luego de la aplicación de los criterios de
inclusión y exclusión quedaron 20 artículos para el análisis y presentación de
resultados. En el proceso de búsqueda se emplearon las siguientes palabras
clave “Communicative competence”,
“Communicative skills”, “Linguistic competence”, “Higher education”. Para lograr
resultados concretos se combinaron con los operadores booleanos “and” y “or”. En conclusión, la CC es importante para la vida
académica y profesional; su desarrollo debe tomar en cuenta por lo menos
ciertos componentes esenciales y de por medio la aplicación de estrategias,
programas e intervenciones.
Palabras clave: Competencia comunicativa;
Educación superior; Habilidades lingüísticas
ABSTRACT
Nowadays, it is
necessary to have all the competencies, for the reason that we live in a
complex scenario, driven by technology and globalization; this implies that to
face the challenges that come, students apart from having strong technical
competencies, must also have adequate mastery of communicative competencies
(CC), which come to be like the basis of other skills. Therefore, the objective
of the study was to identify the development of CC in higher education; under a
literature review that began with the search for articles, doctoral theses and
books in the following databases: Scielo, Redalyc, Dialnet, Scopus, WoS, EBSCO, ProQuest and Gale;
after the application of the inclusion and exclusion criteria, 20 articles
remained for the analysis and presentation of results. The following keywords
were used in the search process: "Communicative competence",
"Communicative skills", "Linguistic competence", "Higher education". To achieve concrete results, they
were combined with the Boolean operators "and" and "or". In
conclusion, CC is important for academic and professional life; its development
must take into account at least certain essential components and through the
application of strategies, programs and interventions.
Key words: Communicative
competence; Higher education; Language skills
Hoje em dia, é
necessário ter todas as competências, pois vivemos em um cenário complexo,
impulsionado pela tecnologia e pela globalização; isso implica que, para
enfrentar os desafios futuros, os alunos, além de terem fortes competências
técnicas, também devem ter o domínio adequado das competências comunicativas
(CC), que passam a ser como a base de outras habilidades. Portanto, o objetivo
do estudo foi identificar o desenvolvimento das CC no ensino superior por meio
de uma revisão da literatura que começou com uma busca de artigos, teses de
doutorado e livros nos seguintes bancos de dados: Scielo,
Redalyc, Dialnet, Scopus, WoS,
EBSCO, ProQuest e Gale; após a aplicação dos
critérios de inclusão e exclusão, restaram 20 artigos para a análise e
apresentação dos resultados. As seguintes palavras-chave foram usadas no
processo de pesquisa: "Communicative competence", "Communicative
skills", "Linguistic
competence", "Higher
education". Para obter resultados concretos, os
operadores booleanos "and" e "or" foram usados em combinação. Concluindo, a CC é
importante para a vida acadêmica e profissional; seu desenvolvimento deve levar
em conta pelo menos alguns componentes essenciais e por meio da aplicação de
estratégias, programas e intervenções.
Palavras-chave: Competência
comunicativa; Ensino superior; Habilidades linguísticas
INTRODUCCIÓN
Se vive en una sociedad de constantes cambios en los ámbitos sociales,
económicos, tecnológicos, educativos, entre otros. La clave para adaptarse a
estos escenarios es tener desarrolladas en plenitud las capacidades y
habilidades personales. Una de las más importantes para este fin, es las
competencias comunicativas; tenerlos en un nivel óptimo asegura una
interrelación eficiente en cualquier contexto de la vida cotidiana. No
obstante, su formación a menudo se deja de lado, porque se piensa que los integrantes
de la comunidad educativa superior poseen competencias comunicativas aceptables
(López y Medina, 2021); esto viene a ser un dominio de la conversación,
argumentación y redacción. Que por cierto resulta contradictorio con los
resultados de la prueba PISA del 2018, que muestra que más de la mitad de los
jóvenes siguen sin lograr las competencias lectoras básicas (Organización para
la Cooperación y Desarrollo Económico [OCDE], 2019).
Estos estudiantes que están a puertas de ingresar a la etapa universitaria,
lo harán con deficiencias en sus competencias comunicativas. Se agrava esta
problemática porque las instituciones y la comunidad educativa son poco
conscientes del papel crucial de la lengua oral y escrita en la enseñanza de
los diferentes contenidos y el vínculo con la adquisición de otros atributos,
como la de aprender a aprender (Gràcia et al., 2020).
En el ámbito de la educación superior es común, que los enfoques y las
metodologías relacionados a las competencias comunicativas (manejo del diálogo,
razonamiento, cohesión, coherencia) se gestionan habitualmente de una forma
poco sistemática, metódica y clara; incluso se ha encontrado que los currículos
han dejado de lado la formación y desarrollo de estas competencias de forma
completa y transversal a otras disciplinas (Pérez et al., 2020).
En la etapa universitaria es necesario contar con competencias
comunicativas en un nivel adecuado, porque se tiene que tratar con un gran
volumen de información y conocimientos, comunicarse e interactuar
eficientemente. Pues posibilitan la exposición de un mensaje claro, preciso,
objetivo, interesante y conseguir el propósito esperado de forma coherente y cohesionado
(Espinoza et al., 2019). Una buena competencia comunicativa facilita la
expresión asertiva de lo verbal y escrito, porque somos agentes que producen,
entienden y argumentan ideas, temas o contenidos de manera ágil y solidaria
atendiendo al contexto (Becerra et al., 2019). Además, la competencia
comunicativa tiene la finalidad de producir e intercambiar significados entre
las personas que participan del acto comunicativo (Ruíz et al., 2017).
En torno a la definición de competencia comunicativa no hay un consenso,
pero se encontraron algunas conceptualizaciones sintéticas. Para Camus et al., (2019)
es el conjunto de habilidades, destrezas y saberes de los que emplean docentes
y estudiantes para comunicarse. Además, no es solo reductible al aspecto
lingüístico, sino mucho más complejo o multidimensional; es decir tiene otros
componentes como: la parte sociológica, psicológica, pragmático y pedagógico (Frazante et al., 2019). También es considerado como las
cualidades de las personas para construir oraciones que no solamente se ajusten
a las reglas gramaticales, sino que incluso sean socialmente apropiados (Hymes, 1971). Asimismo, Canale y Swain (1996) lo consideran como la composición de saberes y
habilidades lingüísticas, discursivas, socioculturales que posibilitan obrar de
una forma eficaz y eficiente durante la comunicación en un contexto y en cierta
comunidad de habla.
El mejoramiento de las competencias comunicativas solo es posible si se
trabaja de forma sistémica e integral cada uno de sus componentes. En las
investigaciones de Chaparro (2022) y el Instituto Cervantes (2021) expresado en
el Marco Común Europeo de referencias para las lenguas consideran que se deben
trabajar de manera integral diversas habilidades y capacidades como: la
lingüística, sociolingüística, pragmática y discursiva. Las habilidades
lingüísticas están conformadas por los conocimientos, las competencias léxicas,
fonológicas y sintácticas. Mientras que las competencias sociolingüísticas hacen
referencia a la capacidad de los estudiantes para construir y comprender
correctamente a otros participantes. En cambio, las competencias pragmáticas,
comprenden el efecto comunicativo que se persigue, el uso de las reglas de
conversación, los actos del habla y el uso de la cortesía. Asimismo, las
competencias discursivas comprenden el desenvolvimiento eficaz y eficiente en
el uso de la lengua (Criollo-Vargas et al., 2021). En su conjunto comprenden
habilidades, saberes y desenvoltura para comunicarse de forma eficaz.
Todas estas habilidades y capacidades son fundamentales para la vida
académica y profesional, por lo tanto, se deben potenciar a través de la
realización de una variedad de tareas y ejercicios dirigidos a la adquisición
de destrezas congruentes al contexto, sustanciales para el aprendizaje continuo
y desde la perspectiva de lo semántico y formal: a nivel fonológico, fonético,
morfológico, sintáctico y organización textual (Grácia
et al., 2020). Es aconsejable que, para lograr el desarrollo de estas habilidades,
se debe partir identificando las dificultades recurrentes, los componentes de
la competencia comunicativa y las estrategias e intervenciones más efectivas
que ayuden especialmente a los estudiantes a desarrollar una serie de
habilidades y conductas que le posibiliten comunicarse adecuadamente en
cualquier contexto.
Por ello, el objetivo de este estudio es identificar las competencias
comunicativas en la educación superior considerando como base las teorías, los
métodos y estrategias implementadas en el dictado de las diversas asignaturas y
las propias consideraciones o preocupaciones de los estudiantes y docentes
sobre estas cuestiones. Además, se pretende analizar la importancia de las
competencias comunicativas, bajo las preguntas centrales ¿cuáles son las
deficiencias que más afectan a la comunidad educativa?, ¿qué estrategias se
están empleando para desarrollar las competencias comunicativas? y ¿cuáles son
los componentes esenciales de la competencia comunicativa?
METODOLOGÍA
Se realizó un
estudio bibliográfico cuyos procedimientos se emplearon para localizar y
recuperar información relevante de la temática analizada. En la Tabla 1 se muestra las
fuentes académicas recopiladas, en concreto fueron artículos académicos, tesis
doctorales y libros de interés contenida en diversas bases de datos
bibliográficas como: Scielo, Redalyc,
Dialnet, Scopus, Web of Science, ScienceDirect-Elsevier,
EBSCO, ProQuest, Gale, repositorios académicos de
distintas universidades.
Tabla 1. Fuentes
académicas empleadas.
Tipo de fuente |
Documentos con temática referidos |
Buscar palabras clave |
Artículos (originales, revisiones, actas y de
congresos) |
Desarrollo de las competencias comunicativas
en la educación superior |
Competencia comunicativa y educación superior |
Tesis doctorales |
Desarrollo de las competencias comunicativas
en la educación superior |
Competencia comunicativa y educación superior |
Libros |
Competencias comunicativas en la educación
superior |
Competencia comunicativa y educación superior |
En el proceso
de búsqueda se emplearon las siguientes palabras clave “Communicative
competence”, “Communicative
skills”, “Linguistic competence”, “Higher education”. Para lograr resultados concretos se combinaron
con los operadores booleanos “and” y “or”. Se
consideraron los siguientes criterios de inclusión y exclusión; se incluyeron: artículos,
actas de congresos, posters, tesis doctorales y libros que hayan sido
publicados en revistas y base de datos indexadas entre los años 2017-2022,
tanto en el idioma español e inglés orientados específicamente al desarrollo de
las competencias comunicativas en el nivel educativo superior y de las
siguientes dimensiones o componentes de la competencia comunicativa:
habilidades discursivas, argumentación, sociolingüística y pragmática. Se
excluyeron los estudios que se alejan de la temática central, del contexto, de
las dimensiones y aquellos publicados antes del 2017.
La búsqueda de
información en las bases de datos bibliográficas arrojó 1236 estudios indexados
en el periodo de tiempo de 2017 a 2022. De este total de artículos se eliminaron
los duplicados y aquellos que no cumplieran con los criterios de inclusión y
exclusión hasta la obtención de 20 artículos seleccionados para el análisis y
presentación de los resultados. Posteriormente, se realizó una sistematización
usando como técnica el análisis documental, apoyado en la matriz de registro
como instrumento. Según las preguntas de investigación se establecieron 4
categorías como lo son: importancia de la competencia en un contexto de
educación superior; componentes esenciales de la competencia comunicativa en el
contexto universitario; deficiencias en la competencia comunicativa que más
afectan a la comunidad educativa, y estrategias, programas e intervenciones
para el desarrollo de las competencias comunicativas.
DESARROLLO
Y DISCUSIÓN
Todo los integrantes de la comunidad académica universitaria en especial
estudiantes y docentes, en su actuación diaria tienen que realizar una serie de
actividades académicas como analizar, comprender, interpretar, hacer crítica y
reflexionar sobre un gran acervo de conocimientos; explicar y exponer sus ideas
a otros personas en el aula, en una conferencia, en un debate o en un seminario
y hacer investigaciones para intentar resolver problemas de la comunidad; todo
esto como parte de su aprendizaje y preparación profesional. Es claro, que
todas estas tareas intelectuales se hacen un uso intensivo de las competencias
comunicativas. Por lo tanto, estas habilidades se distinguen por ser
indispensable para la vida académica cotidiana, por ello, se hace ineludible su
desarrollo durante la formación académico profesional de las personas
(Morales-Escobar y Flórez-Parra, 2022).
Las competencias comunicativas son fundamentales y extensibles a casi
todas las actividades académicas y carreras que se imparten en un contexto de
educación superior; por ello, poseerlo en un nivel adecuado es fundamental; en
forma práctica, lo es para defender un punto de vista, entender ideas de textos
complejos, usar el idioma eficazmente, producir diversos tipologías textuales,
expresarse de forma fluida, relacionarse con otros hablantes, comprender y
producir textos (Gil-Galván y Martin-Espinoza, 2021). Dominarlos permitirá a
los estudiantes un ágil y correcto análisis de lo escrito, de la exposición
discursiva, las finalidades, la organización textual y de los medios de
coherencia y cohesión, ya sean los escritos de diversos autores y sobre los
propios, induciendo a las personas hacía el uso de la crítica y la sólida
argumentación (Castaño y Echenique, 2017). Agregando a ello, consideramos que
se debe buscar ser competente en todas las áreas, mediante el lenguaje, la
puesta en práctica de la reflexión, de la redacción coherente y del discurso
realizado con un fin comunicativo.
En el caso puntual de los discentes de la carrera de educación, en ellos
el dominio y posesión de altas competencias comunicativas son importantes por
su implicación en las actividades de tipo académico que realizan o que harán durante
el ejercicio profesional en las instituciones educativas. Tendrán las funciones
de dirigir y facilitar la formación de los niños y jóvenes para la vida, por
ello un estudiante de educación o un profesor debe ser un modelo de hablante,
comunicador, lector y escritor eficaz (Campos et al., 2021). Claro, es
relevante que los futuros docentes posean fuertes competencias comunicativas
porque realizaran un conjunto de labores formativas de los estudiantes, incluso
más como impulsar la buena coexistencia en el aula, en la comunidad, la
resolución de conflictos, la promoción de la autonomía e identificación de las
singularidades en los estudiantes. De ahí que se les pide que cuenten con altas
capacidades para la expresión, comunicación, la utilización de las tecnologías
de la información y comunicación, el empleo de las habilidades sociales para el
trato con estudiantes y padres hasta la reflexión sobre las prácticas,
innovaciones de la labor educativa (Tijeras y Monsalve, 2018).
Por otro lado, las habilidades comunicativas también son relevantes para
estudiantes de las carreras dirigidas a la ayuda a otros, como enfermería,
medicina, psicología, entre otros afines. En ellos el aumento y mejoramiento de
las competencias comunicativas los hacen aptos para llevar adelante las
actividades propias y hacer saber a las personas las formas de prevenir
enfermedades y por ende la mejora de la calidad de vida (Ramírez y García,
2020). En esta misma línea, en la preparación de los futuros y actuales
profesionales de ciencias de la salud es importante la competencia comunicativa
para la gestión de las relaciones humanas y la comunicación interpersonal
(Chaparro, 2022).
Enfocándonos en las labores del docente universitario, se entiende a las
competencias comunicativas como una serie de habilidades, saberes y actitudes
que los facultan y emplearán de forma pertinente para el buen desempeño de la
profesión y realización de un buen proceso de enseñanza y aprendizaje
(Sánchez-Delgado et al., 2019). Es cierto, en la práctica enseñar no solamente es transmitir e
intercambiar conocimientos, sino que requieren la integración de las
competencias comunicativas, estrategias comunicativas, contenidos didácticos y
pedagógicos para facilitar el proceso de producción del conocimiento. Para los
autores Campos et al., (2021) las competencias comunicativas llegan a ser los
cimientos de la enseñanza, por su implicación transversal en múltiples
actividades del ejercicio profesional. Es más, los mismos docentes en una
encuesta afirmaron que la competencia comunicativa es importante por los
siguientes motivos: es crucial para el aprendizaje, interrelación académica,
comunicación verbal, comunicación no verbal, construcción de ideas, y escucha y
atención (Camus et al., 2019).
Desde su surgimiento, el término competencia comunicativa ha estado
expuesto a nuevas conceptualizaciones y redefiniciones realizadas desde
disciplinas como la lingüística, pedagogía y psicología principalmente. Lo
mismo sucede con sus componentes, por ello algunos autores recomiendan que se
trabajen algunos componentes considerados como esenciales. Los autores Neira et
al., (2018) aconsejan que se considere como punto de partida está tres sub-competencias
elementales: la competencia lingüística, sociolingüística y la pragmática. En
relación a la lingüística se debe abarcar a: la ortografía, lexicografía,
semántica, gramática. En el componente sociolingüístico: el uso del registro y
adecuación al contexto, la paralingüística, el lenguaje no verbal y la proxémica. Por el lado del componente de la pragmática: el
discurso y la adecuación funcional (Neira et al., 2018).
Por otro lado, los autores Sánchez-Delgado et al., (2019) explican que
para lograr una competencia comunicativa para fines académicos y profesionales
se debe tener dominio de por lo menos dos grandes habilidades contenidas en
ésta como: la lingüística y la sociolingüística. La primera, tienen en cuenta a
los factores definidos del lenguaje y la segunda, se refiere al dominio del
lenguaje como las cualidades de la persona para acomodarse lingüísticamente,
según las circunstancias y el contexto social. En todo caso, la lingüística
constituye todos los componentes del lenguaje y de las relaciones sistemáticas
que se dan entre ellos (Chomsky, 1965); y la sociolingüística, se refiere a los
usos implícitos y de la obtención de otros; de la plasticidad social que
influyen en el dominio eficaz del lenguaje, para la utilización en diversas
circunstancias y contextos socio-culturales (Hymes,
1971).
Mientras que Frazante et al., (2019) explican
que la idea de preparación de la competencia comunicativa incluye la teoría, el
lado afectivo y a la práctica misma en sus niveles didáctico, pedagógico,
psicológico y sociocultural. Por ello, el proceso de formación debe entenderse
como una serie de fases sistemáticas y multidimensionales que deben ser
trabajados desde planteamientos realistas y de superación, claro formuladas sobre
la base de un diagnóstico y análisis del grado de desarrollo de las CC en las
personas y de acuerdo a las circunstancias que le rodean.
De forma similar, Camus et al., (2019) consideran que docentes y
discentes de educación superior pueden ser eficaces en un entorno comunicativo
si por lo menos tienen el dominio de dos componentes: comunicación verbal y no
verbal. Es cierto, la comunicación verbal es muy importante para comunicar y
expresar ideas o mensajes que sean fáciles de comprender e inteligibles, que
direccionen la atención y que influyan en el ánimo para que sigan aprendiendo a
aprender cada día. No solo es importante una de ellas, sino ambas, aunque se
perciba que lo más significativo es el dominio de la expresión, utilizando el
lenguaje verbal, transmitiendo ideas y mensajes claros; sin la presencia de la comunicación
no verbal sería incompleta, pues es necesario hacer contacto con otros, conocer
el estado del ánimo, la emotividad y el lenguaje corporal (Camus et al., 2019).
Es una realidad expresada en diversos artículos, que los estudiantes de
educación superior, tienen pobreza en competencias comunicativas; de ahí pues,
que para para tratar de remediar y desarrollar estas habilidades es necesario
conocer cuáles son esas dificultades más comunes y generalizadas que aquejan
tanto a estudiantes y docentes. En el Espacio Europeo de Educación Superior se
evidencia un desfase entre las expectativas y los logros obtenidos en CC,
porque no existe una formación previa, es escasa y ni qué decir de la
transversalidad, que no se lleva a cabo en las instituciones de formación
superior de los países europeos (Pérez et al., 2020). Es cierto que la
transversalidad ayudaría a solucionar ciertos problemas de la
enseñanza-aprendizaje, como la integración y conexión de los conocimientos con
las asignaturas, temas y contextos.
Como las competencias comunicativas tiene varios componentes es importante hacer un diagnóstico de
las deficiencias con la finalidad de priorizarlas. Se ha encontrado que existe
una valoración inferior de las competencias como hablante que como receptor
porque se considera que es difícil y limitado en las situaciones comunicativas
más formales; al punto de que los discentes pensaban que era exiguo la
formación en competencia oral impartida en la facultad (Campos et al., 2021).
No obstante, se debería contrastar si estas dificultades también son una
consecuencia negativa de los planes de estudio, y si la promoción y
capacitación de las habilidades comunicativas es medular en las instituciones.
De manera similar, Roso-Bas et al., (2017) considera que la formación de las
habilidades para expresarse en público llega a ser complejo, puesto que están
condicionados por los siguientes parámetros: conocimientos, las emociones,
funciones fisiológicas, la conducta, el contexto, entre otros.
Se ha visto, que los estudiantes vienen cargando ciertas deficiencias
desde la educación secundaria. Es común que discentes de reciente ingreso a la
institución superior, presenten graves deficiencias en la lectura en el nivel
inferencial y crítico; asimismo los de semestres posteriores también son
aquejados por problemas en la lectura y escritura. Incluso los que se
encontraban realizando el proyecto de investigación, tampoco alcanzaban una
redacción aceptable del contenido textual de la tesis, de forma cohesionada y
coherente (Agudelo et al., 2020).
En otro estudio, se presentó una realidad los agravantes. En el caso de
los docentes, era porque no recibían una capacitación para los actuales
tiempos, a nivel pedagógico, didáctico y metodológico; los estudiantes tenían
dificultades para mantener la escucha y la atención, facilitación de la
comprensión, y la falta de recursos comunicativos (Camus et al., 2019). Aunque,
también el problema podría ser la metodología imperante en las aulas; del
discurso del único hablante que sigue manteniendo a los estudiantes como meros
difusores de los conocimientos, de esta forma prosiguen con las orientaciones
pedagógicas del modelo tradicional comunicativo, que tiene como centro los
contenidos y no el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cuando lo que se trata, es
que se avance hacia una comunicación plurigestionada,
de interacción de los participantes, porque son prácticas más fructíferas
(Centro Virtual Cervantes, 2022).
Por otro lado, otro problema que los profesores admitían, era que se
trabajaban las competencias comunicativas de forma desigual y manera no
sistemática; esto a pesar que casi la totalidad 83,3% de los docentes
encuestados otorgan gran valor a las habilidades comunicativas, pero que solo
el 43% estaban tratando de promover estas habilidades en los estudiantes; además
el 43,3% de los docentes manifestaban que a pesar de poner esfuerzos en el
desarrollo de estas competencias en los estudiantes, estos no lograban un
progreso (Gallegos-Ortega y Rodríguez-Fuentes, 2018).
En la universidad, constantemente los retos académicos estarán probando
las habilidades adquiridas, ante ello, lo mejor es ir un paso adelante con
capacitaciones u otras estrategias que faciliten el éxito académico y
profesional. En un estudio, encontraron que la gran mayoría de estudiantes
universitarios, el 90% tenían serias deficiencias e irregularidades en las siguientes cuatro dimensiones de la CC
evaluadas: comunicación oral, la escucha, la redacción coherente y cohesionada,
y la lectura en todos sus niveles; en concreto tenían dificultades en el manejo
adecuado de las estrategias verbales y no verbales que les posibiliten alcanzar
objetivos comunicativos concretos; la argumentación, la expresión, exposición,
manifestación de las dudas, la confianza y seguridad durante la interacción
(García et al., 2018).
Las dificultades persisten hasta en la enseñanza-aprendizaje en
situaciones especiales como la virtualidad. Se ha encontrado que, pese al
esfuerzo del docente para fomentar un buen clima comunicativo en educación remota,
los estudiantes daban respuestas escuetas, evadían preguntas directas, poca
participación en los foros de discusión y la expresión oral en general era lacónico. Se excusaban que era por la inseguridad y el miedo
(Terrazas-Medina et al., 2022). De hecho, la educación en situaciones
especiales, requiere de una preparación distinta tanto de docentes como de
estudiantes. En el primero de ellos, debe fomentarse las capacidades de
resolución o adaptación y en el segundo grupo, poner énfasis en la verbalización
de ideas, el cuestionamiento y la expresión oral. Incluso el currículo debe ser
flexible y enfocado en el estudiante y su contexto.
Los estudiantes a medida que se adentran en su formación se enfrentarán a
situaciones académicas más complejas. En una investigación, se conoció que el
45% de estudiantes universitarios que afirmaron tener problemas en lectura y
escritura antes de iniciar los estudios; en ciclos posteriores los que tenían
problemas aumentó a 47%. Para el 52% de los participantes del estudio, las
universidades deben solucionar los problemas de competencia comunicativa,
previos a su ingreso a ella y el 56% consideran que deben desarrollarse las
competencias durante sus estudios universitarios. Asimismo, en relación a si
han recibido alfabetización para el desarrollo de las competencias
comunicativas en la universidad; el 27% indicaron haber recibido dicha
formación mientras que el 70% adujeron no haber recibido (Nuñez
y Moreno-Nuñez, 2017).
El panorama específico anterior, representa lo que sucede a la gran
mayoría de estudiantes que cursan estudios superiores; que casi nunca se les ha
alfabetizado en lectura y escritura durante la etapa universitaria. Por ello,
la enseñanza de estrategias para la lectura y la escritura no solo se deben
llevar a cabo en los niveles educativos de primaria y secundaria; sino también
en la etapa de formación superior, pues el aprendizaje y el fortalecimiento de
las habilidades comunicativas es un proceso sin fin, que se extiende a lo largo
de nuestras vidas.
La educación universitaria requiere que se practiquen procesos activos y
críticos de enseñanza y aprendizaje. De la misma forma, las CC que deben ser
objeto de formación por medios de estrategias, intervenciones o programas de
acuerdo al contexto. En esta revisión se encontraron las siguientes
estrategias: coaching, elaboración de pósteres
científicos, estrategias de investigación formativa, técnicas de presentación y
retroalimentación, y la metodología conversacional.
En el estudio de Jiménez-Fontana et al., (2020) emplearon el coaching para capacitar y desarrollar las competencias
comunicativas mediante la elaboración de pósteres y su exposición en una
simulación de congreso científico. Determinaron que la aplicación de estas
estrategias incide positivamente en el desarrollo de las competencias
comunicativas; las mejoras se dieron en las siguientes dimensiones: la
planificación, diseño y estructuración del discurso; exposición, control de
tiempos, y uso del lenguaje verbal y no verbal. Asimismo, explican que la
elaboración de pósteres mejoró la habilidad comunicativa escrita. De hecho, el
uso de gráficos y tablas son fundamentales para facilitar la comprensión y la
retención de contenido. También manifiestan que se dieron mejores resultados
para la habilidad comunicativa escrita en comparación con la oral. Esto
sugeriría, que posiblemente existen habilidades comunicativas que requieren
tiempo, dedicación y una formación permanente. Pensamos que el desarrollo de
estas habilidades tanto en alumnos y docentes es un proceso largo y complejo; a
la vez indispensable para cualquier profesional que emplee la comunicación y el
lenguaje en su actividad laboral.
En la investigación de García et al., (2018) emplearon la investigación
formativa, y sus elementos como: recolección de información, talleres de
investigación y redacción de monografías, con el propósito de fortalecer las
habilidades comunicativas e investigativas de los estudiantes del nivel
superior. Estas estrategias aplicadas tuvieron efectos positivos en la
competencia comunicativa, porque, se logró que los participantes indaguen,
investiguen, consulten diferentes tipos de fuentes, redacten informes, expresen
ideas y opiniones; cuyas actividades posibilitan la generación de
conocimientos; aunque las habilidades que tuvieron mayores progresos son: saber
escribir y saber hablar. Es más, la enseñanza sostenida en la investigación,
efectuadas a través de la estrategia mencionada, favorecen el aprendizaje por
cuenta propia, la conexión de la estructura cognitiva, el pensamiento
sistémico, la expresividad y actitud crítica; haciendo más fuerte las
habilidades de indagación, sistematización, evaluación y reflexión.
Los investigadores Hussain et al., (2017)
utilizaron técnicas como la presentación amena y adecuada del docente, el
contacto visual y la retroalimentación profesor-estudiante. Encontraron que
estas técnicas tienen efectos favorables en la mejora de las habilidades
comunicativas; además explican que es muy importante hacer coincidir las ideas
con los sentimientos, básicamente se trata de fomentar una comunicación más
agradable, selectiva y clara que ayude en la mejora de los aprendizajes. Sin
duda, los estudiantes valoran que los profesores muestren mayor interés por los
temas que imparten en clases, que utilicen la crítica constructiva, que empleen
un lenguaje sencillo en la enseñanza y que exista un enfoque de comportamiento
en el aula.
En la investigación de Frazante et al., (2019)
orientada a docentes universitarios se propuso un taller de superación
profesional enfocadas en las partes: cognoscitiva, metodológica y educativa que
tenga como finalidad la mejora de la competencia comunicativa de los
estudiantes. Señalaron que el acompañamiento de los aprendizajes es muy
importante, es de naturaleza interactiva, y que propicia transformaciones
constructivas en ambos roles. Ciertamente, los cambios deben ser dirigidos y
monitoreados, el docente es el mediador entre el aprendizaje y estudiante.
Además, los autores explican que los talleres para docentes permitieron la
integración, hacerlo más partícipes, estimular el trabajo en equipo, difundir
la autoevaluación, coevaluación y la heteroevaluación. Por lo tanto, uno de los propósitos del
docente es hacer que el estudiante tome las riendas de su aprendizaje y los
lleve hacia la autonomía, propicie la interacción constructiva, el desarrollo
del pensamiento crítico y creativo para transformar la realidad y a él mismo.
Los investigadores Grácia
et al., (2020) aplicaron estrategias e instrumentos didácticos como la
metodología conversacional concretado en las
siguientes actividades: idear, generar y trabajar en la programación de los
contenidos temáticos donde se dé mayor importancia a la comunicación oral,
tanto desde la expresividad y de la escucha. Las otras estrategias son el
cuestionamiento y la exposición de argumentos. Los autores explican que estas
estrategias y recursos didácticos tienen efectos positivos en la competencia
comunicativa, como la estrategia del debate o discusión, que ha posibilitado
que los discentes se vuelven participantes activos y
avancen en la comprensión. Al respecto, creemos que ayudaría la incorporación
de estrategias de construcción de textos especialmente de tipología
argumentativa por ser de elaboración compleja, poniendo énfasis en la
exposición argumentativa, la contraargumentación, la
redacción de textos con coherencia y cohesión textual; utilización de
vocabulario preciso y propia de cada área profesional.
En la investigación de Maldonado et al., (2022) se aplicó un taller de
comunicación efectiva y se utilizaron estrategias psicoeducativas
que mejoraron la competencia oral y propiciaron un clima de participación
activa en el aula. Asimismo, otro de los efectos positivos fueron la
disminución de la ansiedad y el miedo. De hecho, ir exponiendo y motivando a los estudiantes
hacia la participación e intervención durante las clases favorece que mejoren
la expresión de sus ideas, argumentos y opiniones, tanto de manera individual
como grupal; dando lugar a un clima de predisposición de participación activa y
de trabajo en equipo.
En síntesis, los actores de la comunidad educativa del nivel superior
deben contar con buenas competencias comunicativas para asimilar de forma
eficiente los aprendizajes, comunicarse de forma pertinente y fluida, tener
interacciones satisfactorias y para potenciar el desarrollo personal, académico
y profesional.
Estas habilidades no se adquieren automáticamente, sino más bien es el
producto de la práctica constante; el entrenamiento se puede iniciar fortaleciendo
los siguientes componentes esenciales: la lingüística, sociolingüística y la
pragmática debido a que se ha observado mayores deficiencias en las
competencias verbales especialmente en la comunicación, expresión, redacción y
en el lenguaje corporal. Estas situaciones se deben a múltiples factores como
la calidad educativa, currículo, ausencia de la transversalidad, capacitación, uso
de estrategias, el currículo, entre otros. Desde lo pedagógico y didáctico se
pueden emplear diversas estrategias, programas e intervenciones como el coaching, la investigación formativa, estrategias
didácticas, la retroalimentación, la metodología conversacional; incluso se
puede diseñar una metodología innovadora para el desarrollo de estas
habilidades necesaria para la vida académica y profesional.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la
publicación del presente artículo científico.
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